Adelgazar en el quirófano

Someterse a cirugías contra la obesidad requiere de un compromiso por parte del paciente que implica cumplir a largo plazo las indicaciones postoperatorias.

Las recomendaciones de los especialistas en salud es incorporar buenos hábitos alimenticios y actividad física a la rutina diaria con el fin de mantener un estilo de vida saludable antes de decidir pasar por un quirófano. Sin embargo, cuando se toma la decisión de someterse a una cirugía bariátrica se debe tomar en cuenta que no es la solución final, pues después de pasar por esta operación el paciente debe seguir al pie de la letra, y a largo plazo, las indicaciones del cirujano.

Por lo general las operaciones de este tipo: bypass gástrico por laparoscopia y manga gástrica por laparoscopia, ambas de bajo riesgo. añaden.

Afirman que la edad no es limitante para efectuar estas cirugías: «En la unidad de Cirugía Bariátrica de la clínica Sanatrix llevamos 16 años realizando estas operaciones y hemos atendido a pacientes de entre 14 y 73 años de edad».

Agregan que en el caso de los menores de edad, se necesita el permiso de ambos padres y, además de los exámenes preoperatorios, se requiere de la aprobación de un psicológo que determine si el niño está en capacidad de seguir las indicaciones después de la operación.

Estos controles preoperatorios incluyen exámenes de laboratorio, evaluaciones cardiovasculares, pulmonares, de nutrición y psicológica.

Las contraindicaciones para esta operación son las enfermedades cardiovasculares como la insuficiencia cardiaca descompensada, enfermedades oncológicas o psiquiátricas no controladas.

Agrega que una vez realizados los exámenes preoperatorios y de comprobar que el paciente está apto para someterse a la cirugía, debe seguir una dieta especial, realizarse una evaluación preanestésica y el día de la operación, asistir en ayunas.

Riesgos y compromisos

A pesar de ser una cirugía con un riesgo por debajo de 3%, según estadísticas a nivel mundial, «puede ocurrir sangrado dentro del abdomen, romperse la sutura que agarra el estómago o que el intestino se rompa».

Dentro de las secuelas a largo plazo que puede generar la cirugía bariátrica en los pacientes se encuentra la poca tolerancia a los alimentos, náuseas, vómitos frecuentes, acidez, reflujo, obstrucciones intestinales, infecciones postoperatorias o incluso anemia si la persona no se alimenta de manera adecuada.

«Después de esta operación todos los pacientes deben consumir suplementos multivitamínicos. Hay quienes deciden no hacerlo porque consideran que no es necesario y terminan teniendo anemia».

Añade que otra complicación a largo plazo es la insatisfacción del paciente al no obtener los resultados deseados. «A veces no logran bajar el peso que se propusieron y eso también requiere de compromiso de su parte».

442 millones de personas en el mundo padecen de diabetes, enfermedad que se ha convertido en una epidemia global.

Fuente: eluniversal.com