Diabetes e hipertensión chocan contra el escudo protector de la obesidad

Las personas con más peso del recomendable están más predispuestos a desarrollar ciertas enfermedades de carácter metabólico, como la diabetes o la hipertensión. Pero no todos.

La obesidad sigue siendo uno de los principales problemas que los expertos buscan aniquilar. Al igual que la malnutrición azota los países desfavorecidos, el sobrepeso afecta fundamentalmente a los habitantes de los países más desarrollados hasta el punto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera una epidemia.

Los individuos que cuentan con un mayor peso del recomendable están más predispuestos a desarrollar ciertas enfermedades de carácter metabólico, como la diabetes o la hipertensión, pero no todos. Aproximadamente un tercio de los obesos está aparentemente libre de este conjunto de dolencias, al menos temporalmente.

Los científicos tratan de conocer cuáles son las causas de esta particularidad, ya que puede ayudar a frenar una epidemia que causa alrededor de tres millones de muertes cada año en todo el planeta.

Ahora, un estudio coordinado por la Universidad de Córdoba y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) ha encontrado la primera prueba de que existe una respuesta celular específica para evitar estos daños entre los individuos exentos de enfermedades metabólicas.

“No sabemos todavía qué define la transición entre la obesidad que denominamos ‘metabólicamente saludable’ de otra que no lo es. Por qué hay individuos aparentemente protegidos frente a enfermedades como la hipertensión, la diabetes o el hígado graso. Sin embargo, describiendo estas rutas moleculares hemos empezado a acercarnos”, explicó María del Mar Malagón, catedrática del departamento de Biología Celular.

Para revelar los mecanismos celulares se analizaron muestras de tejido adiposo del Hospital Universitario Reina Sofía, dentro de un proyecto coordinado con clínicos y cirujanos de este centro asistencial. Todas las personas con obesidad desarrollan acumulación de tejido adiposo, o graso, bajo la piel o alrededor de los órganos.

“El tejido adiposo está compuesto por células que acumulan lípidos, a modo de reserva de energía inicialmente, pero cuyo exceso puede desencadenar esas enfermedades metabólicas. Las muestras procedían de pacientes con un índice de masa corporal superior a 35, obesos mórbidos que se habían sometido a cirugía bariátrica para reducir su peso”, comentó.

Así, lograron identificar nuevos procesos metabólicos. “La acumulación de grasa provocaba inflamación, además de estrés oxidativo y daños en las maquinarias de síntesis y reparación y reparación de proteínas dando lugar a la acumulación de proteínas mal plegadas oxidadas en las células, que son tóxicas para las células”, explicaron.

Sin embargo, a pesar de todas estas penalidades, las células de los obesos metabólicamente sanos eran capaces de organizar una respuesta adaptada frente a todos daños. Para confirmar lo observado en células humanas, se pasó a la experimentación con ratones. En estos modelos animales se indujo obesidad mediante la administración de una dieta alta en grasa y se observó que estas mismas alteraciones celulares se producían también en los roedores.

Asimismo, hace un año, una investigación aseguraba que la obesidad siempre es perjudicial para la salud cardiovascular. Este trabajo rebatía lo sugerido por algunos estudios que afirmaban que la obesidad podía tener un componente cardioprotector, y reafirma la necesidad de controlar el peso cuando se padece una persona enfermedad cardiovascular.

Fuente: hechosdehoy.com