Expertos en esta enfermedad recomiendan evitar los efectos negativos de algunos factores que potencian e interfieren en la actividad de la artritis. Unos hábitos de vida saludables, como la dieta, pueden favorecer y disminuir algunos de estos síntomas.
Más allá de las pautas médicas y del tratamiento existen diversos factores ambientales que pueden interferir en la actividad de la artritis, llegando a afectar el control y la remisión de esta enfermedad. La campaña “Activa frente a la ARTRITIS, mes a mes” iniciada por ConArtritis, pretende concienciar sobre los efectos negativos de algunos de estos factores como pueden ser el tabaco o el sobrepeso.
La nutrición y la salud se encuentran íntimamente ligadas, la artritis es un factor de riesgo cardiovascular por lo que se deben evitar el resto de factores que lo potencian, y es importante tener unos hábitos de vida saludables para poder favorecer el estado de salud de las personas que lo padecen. En este sentido, la dieta, por ejemplo, puede llegar a ser un gran aliado a la hora de reducir los tomas que generan la artritis reumatoide, la artritis psoriásica, la artritis idiopática juvenil y la espondiloartritis en el organismo, según los especialistas.
El tabaco
Esta patología inflamatoria no sólo afecta a nivel articular, sino que puede provocar problemas extra-articulares. De hecho, las personas que la padecen son más propensas a tener una afectación pulmonar y de las vías superiores, especialmente si fuman. “En los últimos años el tabaquismo ha cobrado mucha importancia en el tratamiento de la artritis, ya que se ha visto que puede ser una causa para que se presente de una forma más agresiva”, como explica el jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, el doctor Juan Ángel Jover.
Según los estudios, los fumadores presentan una peor respuesta al tratamiento al necesitar un mayor número y cantidad de dosis de fármacos. El doctor Jover destaca la importancia de “que los médicos indiquen al paciente abandonar este hábito y que ellos sean conscientes de que deben dejarlo”. Asimismo, según se ha podido comprobar, las manifestaciones son mas frecuentes en las personas fumadoras frente a las no fumadoras, siendo más común los nódulos reumatoides y la afectación pulmonar en los primeros.
Otro órgano que se puede ver afectado por el proceso inflamatorio de la artritis es el corazón. La pericarditis o inflamación del pericardio surge en cerca del 50% de las personas con artritis reumatoide, especialmente en fases avanzadas. Este problema puede agravarse si la persona presenta otros factores de riesgo cardiovascular, como puede ser el sobrepeso. “La artritis es un factor de riesgo cardiovascular, más incluso que cualquier otra enfermedad inflamatoria, pero si además le sumamos el tabaquismo, la hipertensión o la obesidad, vamos sumando factores que incrementan este riesgo”, explica el doctor Juan Ángel Rover.
El sobrepeso no sólo supone una sobrecarga mecánica de las articulaciones, sino que genera un ambiente pro inflamatorio que hace que los efectos de la patología sean más agresivos y difíciles de controlar. La obesidad disminuye las probabilidades de alcanzar la remisión de la artritis, pudiendo también reducir los efectos de ciertos tratamientos farmacológicos. En este aspecto, el doctor apunta que en aunque sean casos extremos “cuando se somete a personas con obesidad mórbida y artritis a una cirugía bariátrica, estas mejoran notablemente su artritis”.
La dieta
Aunque no se han establecido pautas específicas para ellos, lo cierto es que los especialistas en dietética y nutrición sí dan recomendaciones nutricionales beneficiosas para pacientes con esta enfermedad. El dietista-nutricionista Pablo Zumaquero explica que “el consumo prevalente de alimentos antiinflamatorios, como puede ser la cúrcuma o el jengibre, frente a los inflamatorios, como el trigo, sí puede influir en el control de la enfermedad, ya que si aportamos al organismo más materia prima con la que crear sustancias antiinflamatorias, será más probable reducir el estado general de inflamación que tienen las personas con artritis”.
Por ello, es apropiado realizar una estrategia dietética buena, ya sea la dieta mediterránea (basada en verduras, hortalizas y frutas) y prescindiendo de ciertos productos alimenticios. “Se debe eliminar por completo los productos procesados y ultraprocesados, como la bollería, los refrescos, los snacks de bolsa, etcétera, debido al efecto inflamatorio que produce la combinación de sus ingredientes, como el azúcar, la harina refinada y las grasas de mala calidad. Al organismo no le hace falta estás sustancias y sin ellas se pueden notar mejorías” concluye.
consalud.es
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